sábado, 29 de octubre de 2011

Railes del Tibidabo

Como avanzamos al entrar en este mes de Octubre, hoy día 29 el "tramvia Blau" cumple 110 años, para celebrar este aniversario y como homenaje hemos reproducido un artículo de La Vanguardia  publicado unos días antes de la inauguración, en que se describía con bastante detalle sus instalaciones.
También hemos creído obligado por nuestra parte, extendernos en el tema de los raíles por los que circuló y sigue rodando nuestro azulado tranvía.

Páginas, 2 y 3.— Viernes 27 Septiembre 1901 La Vanguardia



El funicular del "El Tibidabo"
Invitados, con nuestros compañeros de la prensa local, por la sociedad la industria Eléctrica de Barcelona» para visitar las instalaciones mecánica» y tranvía y funicular eléctricos de la anónima El Tibidabo, ayer recorrimos desde la falda hasta la cumbre del citado monte vecino, pudiendo apreciar minuciosamente la importancia de la instalación.
El nuevo tranvía y funicular constituye una de las novedades de la vida de esta capital, y como su instalación ha logrado despertar tal interés entre el público, vamos á dar de nuestra visita cuenta detallada.
Los invitados nos reunimos en los tallares que la sociedad «Industria eléctrica» tiene instalados en su grandioso local de la calle de Muntaner. Acompañados de don Luis Muntadas Rovira, su director gerente, visitamos las salas de corrientes continuas y alternas, donde están en construcción buen número de dinamos uní, bi y muitipolares, los de industrias electro-químicas y los generatrices por tracción.


En la instalación de corriente alterna vimos las máquinas de corrientes simples y polifásicas alternadoras de arrollamientos fijos y de inductor giratorio, les electromotores y los transformadores y conmutatrices.


Después de visitar los talleres de construcción, los invitados ocupamos lujosos coches que nos condujeron hasta el paseo de la Bonanova, cerca del sitio conocido por «Frare Blanc. Ahí descendimos para ocupar los coches eléctricos que conducen hasta la estación inferior del funicular. Esta línea eléctrica de tracción ordinaria y empalmando con el ramal de los tranvías de la «Anónima de Barcelona, parte de la cota de 132 m, y por una vía de suave declive y de hermosa perspectiva conduce hasta una altitud de 230 m. sobre el nivel del mar.

Dicho tranvía funciona por medio de percha como los que circulan por las Ramblas y paseos de esta ciudad; la vía tiene 1'435 metros de anchura y sus carriles están enlazados por medio de uniones de cobre forjado, flexibles y sujetas a los carriles por medio de clavijas cónicas de acero. La vía es única y tiene una longitud de 1.276 metros y las mayores pendientes son de 8 por 100.

Este tranvía conduce, como hemos dicho, hasta la estación central de donde sale el funicular que en pocos minutos asciende hasta una altura de 536 metros, es decir hasta la cúspide misma del Tibidabo.

En la estación central la energía eléctrica se obtiene por la acción de motores de gas por medio de gasógenos de sistema Dowsoi: Los motores son del tipo de Crossley, de la potencia de 100 caballos cada uno, y son dos, con espacio en la sala para poder instalar otros dos más.

La generación del gas se hace á espaldas del edificio: en dos gasógenos se quema la antracita y se produce el gas polvo y pasa a, través de cajas de agua, columnas de coque y cajas de aserrín, introduciéndose luego en el gasómetro de cabida para las atenciones de la prevista potencia de 400 caballos. Los dinamos están acoplados directamente á los motores Crossley (200 revoluciones por minuto) merced A una conexión elástica.

Como capital de reserva eléctrica está también instalada en la estación central una batería de acumuladores, de 250 elementos sistema Tudor, de una capacidad de 264 amperios. Hay un regulador automático que permite variar el campo magnético de la dinamo.


En el cuadro de distribución están los interruptores, amperímetros y voltímetros, y los grupos correspondientes á los dinamos, acumuladores y el grupo elevador. 
La estación inferior de donde arranca el funicular es un elegante edificio en el que se llega á los coches del ferrocarril por medio de árabes graderías de poca elevación.

Los carruajes son dos, cómodos y bonitos: pueden contener 80 personas y con tal carga pesa 12,000 kilos. He aquí un cálculo interesante que prueba la seguridad do la instalación.

El peso del coche, como hemos dicho, es de 12,000 kilos: á esta peso hay que añadir el del ramal del cable que hay que remontar en el primer momento, ó sea 2000 kilos: hay que descontar el peso del carruaje descendente, que vacío es de 6400 kilos, lo que exige un esfuerzo necesario para elevar la diferencia entre ambos pesos, ó sea 7600 kilos. El esfuerzo de tracción, supuesta la pendiente máxima de 5,7 por 100, resulta sor de 3108 kilos, y el cable empleado, según ensayos de la Escuela Politécnica de Zurich, inicia la ruptura de algunos de sus alambres bajo la carga de 45,000 kilos.

El servicio de este ferrocarril se hace por dos vagones únicos enlazados por un cable de acero que da varias vueltas sobre las gargantas de dos tambores situados en la estación superior. En el centro de la linea se cruzan con los carruajes.

La línea es de 1180 metros de longitud, constituida por una alineación única y tres rasantes diferentes: la primera de 60 metros de longitud y tiene pendiente de 17 por 100; la segunda es de 240,50 metros y tiene 23 por 100 y la última rasante tiene 630 metros do longitud y una pendiente de 25,7 por 100. Los mecanismos para el manejo del funicular están en la estación superior. El trayecto dura de 7 á 8 minutos.
El panorama que se disfruta no sólo desde la cumbre sino durante todo al viaje es hermosísimo.

Verdaderamente ea una conquista la de este nuevo medio tía locomoción, que facilita de tal manera el acceso á la pintoresca montaña.
Los invitados llegamos á la estación superior, acompañados y atendidos por los señores Muntadas , y allí fuimos recibidos por los señores Macaya, doctor Ándreu, Rómualo Bosch y Alsina, Roviralta y Mas Yebra, los primeros del Consejo de Administración y el último su secretario. También estaban en la cumbre del «Tibidabo» el Capitán general don Enrique Bargas, que vestía traje de campaña, y quien acompañado de su ayudante de campo, había ido allí a caballo, después de las maniobras que los cuerpos de caballería acababan de practicar.
Estaban también el ingeniero director de la Compañía, comandante don Mariano Rubio; el distinguido ingeniero de caminos Señor Aixela y el gobernador militar general García Navarro, los señores Simón, Cretis, Muntadas, Pascual, Vila, La Rosa y otros.


Disfrutando de la pintoresca vista que se explaya desde la costa de Levante hasta los pueblos del llano del Llobregat y comentando la novedad de la llegada del funicular, formóse allí una agradable reunión, que animaron con su presencia las distinguidas señoras de García Navarro, Aixelá, Simón, Macaya, Andreu, Roviralta, Rubio, Macaya, Gándara y otras, cuyos nombres sentimos no recordar.
Los invitados fueron delicadamente obsequiados con una copa de champagne, que bebióse al feliz éxito de una empresa que tal atractivo presta á aquellos pintorescos parajes.

La instalación está terminada por completo, y por ello recibió plácemes el director-gerente de la «Industria Eléctrica,» don Luis Mantadas Rovira, y cuantos han cooperado á que aquélla se llevara á feliz término.
Para que la nueva linea, con tal interés deseada por el público, pueda ponerse definitivamente á su servicio, solo falta subsanar algunos detalles burocráticos, que es de esperar se tramitarán brevemente.
En resumen, el efecto que nos produjo la visitar al primer funicular que trepará por montañas españolas, fue excelente y la iniciativa de sus constructores digna de todo aplauso.

Los railes del Tibidabo
Si hay en nuestro entorno una montaña surcada por raíles, esta es el Tibidabo. Si antaño la sierra de Collcerola, representaba una selva infranqueable que aislaba a las poblaciones del llano de Barcelona del Vallés. A principios del siglo XX cambió el signo y comenzaron a trazarse caminos a través de ella y proliferaron los ferrocarriles.
El "tramvia blau" y el funicular del Tibidabo fueron pioneros, pero poco después, seguirían, los ferrocarriles industriales que ayudarían a la construcción de las instalaciones de la compañía de las Aguas, incluido un funicular en St Pere Martir, el Tranvía de Vallvidrera, el Funicular de Vallvidrera, el pequeño Minagrot, y finalmente los Ferrocarriles de Cataluña que a través de un túnel entre Vallvidrera y las Planas crearían la comunicación directa más veloz entre Barcelona y las capitales del Vallés Occidental.
Funicular de la Compañia de aguas en St Pere Martir
Además en la cumbre del Tibidabo, un pequeño ferrocarril trasladaría a los visitantes desde la estación del Funicular al nuevo Hotel Florida, un tren monorail surcaría túneles y se elevaría sobre el bosque y finalmente, un bonito tren de cremallera  hacía su recorrido en la zona baja del parque.
También mencionaremos el tranvia de la Rabassada, que comunicaba St. Gervasi de Cassoles con el casino de la Rabassada.
Gran parte de estos railes han desaparecido pero otros siguen remontando y atravesando la montaña prácticamente sin interrupción desde su origen.

Los railes del Tramvía Blau.
       

En sus inicios, el tranvía Blau, fue dotado de vía única y apartaderos, el rail era del tipo Girder, hoy llamado Phoenix, de 30 Kg por metro.
La vía ascendía por el lado derecho de la avenida y disponía de un enlace con la red de la Compañía Anónima de Tranvías.
 Es de resaltar que en algunas ocasiones los coches del Tibidabo llegaron a circular por las vías de la CAT, llegando en una ocasión a remolcar unas vagonetas cargadas de jaulas de palomas mensajeras, desde la Estación de Francia hasta la estación del Funicular.
En 1904 la compañía, establecería una nueva línea desde la plaza del Funicular, hasta el pueblo de Vallvidrera, aquí  ésta optó por utilizar el rail Vignole de 23 kg/m, que era el que se solía emplear en los caminos y carreteras por su economía y sencillez de mantenimiento.


Por esta vía circularon los tranvías desde 1904 hasta 1936, y permanecería después de aquella fecha hasta los años sesenta en que fue finalmente levantada.

Con esta ampliación y sobre todo al crearse el parque de atracciones, la afluencia al Tibidabo fue creciendo por lo que la compañía tuvo que duplicar la vía en el trayecto entre la Bonanova y la plaza del Funicular.
Los railes pasaron al centro de la avenida, no tenemos constancia del tipo empleado aunque seguro que la vía de ascenso era tipo Girder.
Otro tipo de vía empleada sería la formada por rail Vignole con contra-rail.
Esta combinación sería usada en las curvas de radio más cerrado ya que la garganta podía ser mayor y así dar mas holgura a la pestaña, evitando un efecto de roce no deseado que además de un molesto chirrido causaría un mayor desgaste tanto en rueda como en rail.

En los años cincuenta, se realizaron una serie de renovaciones de vía, de las que nos han cedido unas fotografías; en ellas pueden apreciarse los diferentes tipos de vía.
1953, cambio de railes en la curva de ascenso.
En la fotografia de que sigue tomada en marzo de 1950, puede apreciarse la unión entre un rail Girder y otro de tipo Vignole.
Marzo de 1950 reparación de la vía
El rail Vignole se usó entonces en la mayor parte del la vía de descenso, se argumentaba que además de su menor coste, el hecho de que el sistema de freno eléctrico Westinghouse, incidiera directamente sobre el rail, producía un mayor deterioro en la vía de descenso, al carecer de garganta, el desgaste de la cabeza del rail podría ser mayor sin que la pestaña tocara el fondo de la ranura.
Freno eléctrico Westinhouse.
En 1986 poco después del paso del tranvía a Transports Metropolitans de Barcelona, se produjo la primera gran renovación de vía, desde el final de la Avenida del Tibidabo hasta la plaza del Funicular.  Entonces se decidió usar rail Girder en ambos sentidos.
Antes y durante la renovación de vía de 1986.
Acabaremos nuestra entrada añadiendo que para celebrar este aniversario railsiferradures y familia, se han dirigido al Tranvía Blau con intención de hacer un recorrido por la línea.
Lamentablemente nuestra información sobre el presente no estaba actualizada y hemos llegado a la parada de la Rotonda a las 18 horas, es decir 15 minutos más tarde de la salida del último tranvía.
Dado que no podiamos hacer este viaje, nos hemos dirigido a cocheras donde Tokeno ha estado haciendo algunas fotografías y con una de ellas despedimos el Post.


jueves, 27 de octubre de 2011

Una postal encontrada en el blog "Barcelona antiga" Els colors del blau 2ª

Este mes, que queríamos dedicar al "Tramvia Blau",  se nos ha pasado con demasiada rapidez, debiendo posponer para otro aniversario algunas entradas previstas sobre este simpático tranvía.
Continuando con el tema de los colores de nuestro veterano tranvía, indicaremos que en el enciclopédico Blog   http://estrelladharmabcn.blogspot.com/ , entre muchas interesantes fotografías, postales y grabados antiguos, hemos dado con una bonita postal en la que frente a la mansión del Frare Blanch, pasa un tranvía de la primera serie coloreado con unos tonos azul claro muy parecidos a los atribuidos a la reconstrucción del coche 2. La postal es anterior a 1908 ya que esta datada en aquella fecha.
En la esquina una "tramvia blau" coloreado marrón.
No podemos tomarla como prueba irrefutable, dado que los colores en las postales coloreadas también son objeto del capricho del impresor, no obstante casualidad o reflejo de la realidad, nos ha parecido sería un complemento a nuestra entrada:

Como muestra de lo opuesto, en otra postal se puede apreciar otro "tramvia blau" esta vez coloreado de marrón, color que no tenemos constancia que haya existido en esta línea.
Finalmente y para terminar nuestra breve entrada, otra postal, esta vez del Funicular, nos devuelve a la realidad, con sus coches en color verde claro, según está registrado en la prensa de primeros de siglo.

El funicular en su primera etapa

Agradecemos la enorme labor de recopilación de imágenes que esta realizando Estrella Dharma que nos permite visualizar nuestra ciudad en épocas pasadas y escenarios desaparecidos.


sábado, 22 de octubre de 2011

A un desconocido amigo: Richard Lomas.

La comunidad de blogueros junto con la de los aficionados a ferrocarriles, tranvías y amantes del mundo del caballo y animales en general, está formada por muchas personas que en la mayoría de casos, sólo nos conocemos a través de lo que publicamos en entradas o en comentarios.
No obstante, al pasar un tiempo, se establece un vínculo de amistad, con unas personas más que con otras.
Muchas veces trasciende al contenido de los blogs la personalidad del bloguero,  en muchas ocasiones, también la simpatía o la dedicación a los demás, nos hace más atractivos un blog que otro.
Hoy, uno de nuestros buenos amigos desconocidos  está pasando por una difícil situación en un Hospital Inglés.
Nosotros desde aquí, deseamos su recuperación al mismo tiempo que queremos agradecer sus bellas fotografías de tranvías de Crich, Heaton Park y de prácticamente todo el mundo, que ha querido compartir con todos nosotros.
Por cierto, unas de sus últimas entradas estuvieron dedicadas a los nuevos tranvías sevillanos y la última a un tranvía de tracción animal en La Haya.

martes, 4 de octubre de 2011

Tots els colors del blau.

  

  A lo largo de sus ciento diez años de funcionamiento, el "Tramvia Blau" ha ido cambiando su imagen con diferentes decoraciones. No sabemos a ciencia cierta, cuando comenzó a ser conocido como "Tramvia Blau" o tranvía azul, pero sí es cierto  que desde sus inicios esta coloración estuvo ligada a su carrocería.


Como los grandes misterios, no tenemos certeza del color con que iban pintados los cuatro primeros coches el 29 de Octubre de 1901, día de la inauguración de la línea; en la prensa de la época no ha sido posible encontrar ninguna mención sobre este detalle, no a sí del funicular del Tibidabo, inaugurado aquel mismo día y que sí es mencionado como pintado de un color verde claro. Quizás por este motivo, algunos autores consideran que su primer color fue verde y no azul.
Nosotros hemos intentado, a partir de varias fotografías en color, degradarlas a blanco y negro para comparar tonos de grises, pero no hemos conseguido ningún resultado válido por lo que para nosotros seguirá siendo un misterio.
A los pocos años de la apertura, la línea se prolongó hasta Vallvidrera siendo la primera línea ferroviaria que conectará con la población de la cumbre de la montaña.
Para cubrir este nuevo tramo, la compañía compraría seis coches de tamaño mayor que los primeros.
En las fotografías de fábrica y en muchas fotografías de la línea de Vallvidrera aparecen con una tonalidad muy clara, nosotros creemos que pudieran estar pintados en un color blanco marfil o un crema claro.

Estos fantásticos coches, que con sus más de cien años siguen trepando la pendiente de la Avenida del Tibidabo, tenían unos colores ´muy claros, algún tiempo después sufrirían diversas decoraciones, en una antigua postal coloreada, lo hemos podido ver en una tonalidad verde claro.
Lo que sí es cierto, es que la nueva coloración destacaba sobre la anterior, y si no, véase la fotografía, al fondo un tranvía de la nueva serie asciende por la línea.
Con la llegada del nuevo funicular de Vallvidrera a la cumbre, la línea del tranvía de Vallvidrera de la compañía del Tibidabo tuvo un fuerte competidor, la velocidad del funicular conectado al centro de Barcelona con el nuevo ferrocarril eléctrico de Sarriá, era muy superior a la del Tranvía de Vallvidrera, que además tenía que enlazar con otro tranvía al final de la avenida para llegar a plaza de Catalunya.
Así esta línea fue languideciendo y solo tendría una ocupación aceptable los festivos transportando excursionistas y domingueros a las laderas de Collcerola.

En 1915 dada la poca ocupación de la línea y para mantener la concesión la Sociedad Anónima del Tibidabo, compró tres pequeños coches que fueron los más reducidos en capacidad y tamaño que circularon en Barcelona.
Estos coches de mecánica muy simple, circularían hasta el cierre de la línea de Vallvidrera, no obstante, un pequeño coche pasaría al Parque, quedando estacionado frente al castillo encantado con un rótulo que ponía Tranvía Infantil.
Gracias a la labor del Sr. José María Valero, este coche ha sido restaurado con los colores verde y madera que se supone que tenían cuando circulaban en aquella peculiar línea.
.En los años veinte, en el Diario de Barcelona aparece una referencia a los colores del tranvía de Tiana que eran marfil con franjas azul claro y que la publicación los asemejaba a los que tenía el tranvía del Tibidabo.
La exposición de 1929 contribuyó a incrementar la actividad del parque,  a lo que siguió una buena temporada, hasta la crisis económica de los años treinta y la guerra.
Suponemos que la posguerra sería tan dura para el Tibidabo y sus empleados, como para la mayoría de los habitantes de una ciudad derrotada.


Los colores con que Devi Williams encontró el tranvía azul, cuando realizó sus magníficas fotos de tranvías de Barcelona, (que gracias a su Web hemos podido disfrutar cincuenta años después), eran de un azul oscurísimo quizás acorde con la época.
Con la llegada de los sesenta, los tonos volverían a aclarase y en Tele- Estel de 1969 podemos ver unas tonalidades casi de azul eléctrico.
Los sesenta fueron también el canto del cisne de los tranvías barceloneses, si en los primeros años se creía que habría una modernización, finalmente se decidió su supresión. El tramvia Blau, mejoraría su decoración al saberse un superviviente con lo que se convertiría en un vehículo histórico,  optándose por darle un aire más retro.




La nueva decoración incluirá dos tonalidades de azul , blanco marfil y unas franjas de amarillo. Y con esta decoración el tranvía  cumpliría sus setenta y cinco años de circulación.

El director estadounidense John Alaimo, rodó en Barcelona el film  Antoni Gaudí, una visión inacabada en 1974. Una escena importante en el film que protagonizaría José Luis López Vázquez, era la muerte del genial arquitecto, aquí  el "Tramvia Blau" pasaría a ser "tramvia groc", mutando sus habituales colores por el amarillo canario de los tranvías barceloneses en el año 1926.


 Se daba la circunstancia, de que los tranvías que cubrían la línea de la Gran-Vía en aquella época eran de un modelo muy parecido a los coches grandes del "Tramvia Blau" y casualmente la reproducción pudo ser bastante real. Por ello sí podemos asegurar que también en alguna ocasión fue amarillo.

A finales de los setenta, el Tibidabo tuvo un cambio generacional, la nueva dirección decidió un cambio de imagen de sus instalaciones. Una compañía de diseñadores se ocuparía de esta faceta y una de las primeras actuaciones fue una nueva decoración de nuestro tranvía.
 La situación económica del parque del Tibidabo era a finales de los setenta crítica, la compañía buscaba formas de reducir costes y al mismo tiempo modernizar el parque tanto externamente como en su gestión.
Una de las medidas que se plantearon fue el cierre parcial del tranvía con circulaciones sólo en festivos y sustitución por un autobús los días laborales. Esta opción, no presentaba grandes ventajas pues los mayores costes se mantenian. y finalmente la sociedad optó por la cesión al Ayuntamiento de la ciudad.
Finalmente, tras las correspondientes negociaciones, el tranvía fue cedido al municipio en 1979.


El paso a la Ciudad supondría una nueva decoración, si bien el cambio fue discreto y consistió en la desaparición de los logos del parque de atracciones y la incorporación del escudo de la ciudad en sus frontales o testeras.
En estos últimos años, el tranvía pasaría a ser de un medio de transporte, a una línea turística y con ello las tarifas se incrementarían y la circulación quedaría reducida a los festivos y temporada estival.
De esta época, es destacable el paso a transports de Barcelona, cuando estos estaban regidos por la señora Mercè Sala, que colaboró en la recuperación del coche nº 2 al que se le aplicó una decoración muy similar a la original.
 En 1986 se produciría una revolución, en las cartas al director, el ayuntamiento socialista de Barcelona iba a pintar de rojo el "Tramvia Blau",¡ horror hasta aquí llega la política!.
Afortunadamente nada más lejos de la realidad, se trataba de la incorporación de un tranvía jardinera a la flota del tranvía blau, y aquí se respetarían los colores de la jardinera que había cerrado la última línea urbana de Barcelona.
Está fue la última incorporación pues  la del fantástico tranvía 547 de tranvías de Barcelona acabaría como el "rosario de la aurora", desapareciendo una de las mejores piezas de la colección del tranvía barcelonés.
En 2001 el tranvía pudo celebrar su primer centenario, con la misma decoración de 1978, pero tras unos años de buen mantenimiento los gestores de la compañía decidieron que había de modernizarlo.

Para ello, en lugar de adquirir nuevo material, como con  exquisito criterio hizo la ciudad de Lisboa que compró nuevos coches con aspecto externo de vehículo clásico pero tecnología actual, manteniendo su material original en un gran museo y en orden de marcha, aquí se ha decidido canibalizar el material, sustituyendo sus originales cajas de madera por otras metálicas y tuneando con un discutible gusto estos venerables coches.
Aún estamos a tiempo de salvar uno de ellos de esta destrucción, se trata del coche 8 que conserva su caja original.